Los tiempos coloniales en el "Colonial Village" de Amherst
El siguiente ensayo fue enviado por un miembro de nuestra comunidad como respuesta a la entrada que puse el día 3 de julio entitulado, “El Valle”. Por favor, lean lo que dice.
Yo vivo en un lugar se llama “Colonial Village” en Amherst, Massachusetts. Al llegar, solo reconocí la palabra “colonial”: pues, en nuestra lengua que también fue impuesta, el significado es lo mismo, e, irónicamente, nuestra condición es la misma. ¿Quién somos nosotros?: somos los salvadoreños, los ecuatorianos, los guatamaltecos, los mexicanos, los dominicanos, los colombianos y muchos otros grupos que vienen a trabajar en los restaurantes de aqui para buscar una vida mejor. Arrancamos de nuestros pueblos para apoyar nuestros padres, esposos, hijos y amigos en un sólo paycheck que ni sirve para nosotros pagar la renta y comer bien. Los de la villa trabajamos duro, ganamos poco y tenemos que escondernos, bajarnos la cabeza para no llamar la atención, para no enfrentar aquella mirada que nos refleja la aceptación de la desigualdad. Nosotros de la villa nos reunimos los sábodos y los domingos con toda la familia y todos los amigos que tenemos cerca para recrear y reforzar nuestras memorias. Cocinamos, tomamos, comemos, bailamos, jugamos volibol y fútbol, nos transplantamos a nuestras tierras por un día que nos salva por toda la semana. Respiramos profundo, escuchamos trás las palabras que salen en español, las lenguas maya, azteca, quechua, nahuatl, voces de nuestros abuelos que hicieron, de alguna forma, el viaje al norte. Juntos conseguimos regresar a nuestro centro que compartimos sin importancia a la nación de donde vengamos. A veces pienso que todo esto es para mostrarnos la hermandad de nuestro pueblo que llaman de “latinoamericano”, quizás para después mostrar que no somos nada “latino” sino, somos los oriundos de todo esto, los que trataron destruir para crear algo sin valor. No sé. Pero sé que en numeros grandes, el blanco ya no nos puede mirar asi, el policia ya no puede interrogarnos todos, el jefe ya no nos puede demoralizar y podemos reconstruirnos. Pero ya pensando en el nombre del lugar donde vivimos, me doy cuenta que todo esto es parte del plan: vivimos en tu ‘colony’ y somos colonizados. Nuestra diáspora ocurre en el espacio que nos asignaron y hasta viene con nombre que indica nuestra posición. Hasta el único espacio que podría aparentar nuestro está marcado para que recordemos bien quien somos: mano de obra barata. Y a mi me revela que nuestra situación es tal que ni siquiera puedo poner mi nombre al final de este fragemento de un pensamiento.
Yo vivo en un lugar se llama “Colonial Village” en Amherst, Massachusetts. Al llegar, solo reconocí la palabra “colonial”: pues, en nuestra lengua que también fue impuesta, el significado es lo mismo, e, irónicamente, nuestra condición es la misma. ¿Quién somos nosotros?: somos los salvadoreños, los ecuatorianos, los guatamaltecos, los mexicanos, los dominicanos, los colombianos y muchos otros grupos que vienen a trabajar en los restaurantes de aqui para buscar una vida mejor. Arrancamos de nuestros pueblos para apoyar nuestros padres, esposos, hijos y amigos en un sólo paycheck que ni sirve para nosotros pagar la renta y comer bien. Los de la villa trabajamos duro, ganamos poco y tenemos que escondernos, bajarnos la cabeza para no llamar la atención, para no enfrentar aquella mirada que nos refleja la aceptación de la desigualdad. Nosotros de la villa nos reunimos los sábodos y los domingos con toda la familia y todos los amigos que tenemos cerca para recrear y reforzar nuestras memorias. Cocinamos, tomamos, comemos, bailamos, jugamos volibol y fútbol, nos transplantamos a nuestras tierras por un día que nos salva por toda la semana. Respiramos profundo, escuchamos trás las palabras que salen en español, las lenguas maya, azteca, quechua, nahuatl, voces de nuestros abuelos que hicieron, de alguna forma, el viaje al norte. Juntos conseguimos regresar a nuestro centro que compartimos sin importancia a la nación de donde vengamos. A veces pienso que todo esto es para mostrarnos la hermandad de nuestro pueblo que llaman de “latinoamericano”, quizás para después mostrar que no somos nada “latino” sino, somos los oriundos de todo esto, los que trataron destruir para crear algo sin valor. No sé. Pero sé que en numeros grandes, el blanco ya no nos puede mirar asi, el policia ya no puede interrogarnos todos, el jefe ya no nos puede demoralizar y podemos reconstruirnos. Pero ya pensando en el nombre del lugar donde vivimos, me doy cuenta que todo esto es parte del plan: vivimos en tu ‘colony’ y somos colonizados. Nuestra diáspora ocurre en el espacio que nos asignaron y hasta viene con nombre que indica nuestra posición. Hasta el único espacio que podría aparentar nuestro está marcado para que recordemos bien quien somos: mano de obra barata. Y a mi me revela que nuestra situación es tal que ni siquiera puedo poner mi nombre al final de este fragemento de un pensamiento.
5 Comments:
At 3:45 PM , The Crew said...
Your essay makes a lot of sense to me: we live in Amherst -- a town named after the man who killed thousands of Native Americans by handing out blankets infested with small-pox – in a housing complex called “Colonial Village”. What is the insistence on celebrating colonial times? For Amherst to move forward, we have to start changing some names. I agree: ¡Que se vaya pal carajo este nombre de Colonial Village y de Amherst! Let the residents of La Villa change the name to anything but a reference to colonialism: Antonia Pantoja Village, Zapatista Village, Che Guevara Village, Sor Juana Village... And we want “Norwottuck”, the original town name before the racists decided to glorify a murderer.
At 6:30 PM , Anonymous said...
Me gusta mucho lo que se ha escrito sobre este tema, pero hay que tener en cuenta que somos fuertes y que seguimos pa' lante aunque se nos quiera frenar. Así sea con la discriminación, los trabajos deshumanizante y muchas cosas que no se pueden mencionar porque quizás hagan brotar lágrimas de sangre.
Hemos venido a este país buscando un mejor porvenir y no podemos pensar en resolver los problemas de los “gringos”. Aya ellos si no entienden quienes somos y de donde venimos, ellos se lo pierden. Yo estoy de acuerdo con mantener nuestra cultura y nuestras creencias por medio de la unión familiar en esos pocos días que tenemos libres en el “trabajo” por no decir otra palabra, y esos días que son sumamente especial para nuestra comunidad hispana.
La palabra “colonial” es una palabra que trae a la memoria muchos recuerdos tristes. Muchos de nuestros ancestros perdieron la vida bajo ese régimen colonial. Quizás en aquel momento su sistema biológico no le permitió sobrevivir a las enfermedades pero hoy día somos más fuertes gracias a ellos y podemos combatir no sólo la epidemia natural sino también las epidemias metales que nos atacan diariamente por todos los medios. Yo propongo que volteemos la tortilla y utilicemos esa palabra triste en contra de esos colonizadores que nos la quieren imponer. Que sean ellos ahora los colonizados. Después de todo, ¿Quiénes son los que comen tacos en la Veracruzana y Bueno y Sano? ¿Quiénes son los que tratan de bailar al ritmo de nuestra música? ¿Quiénes son los que tratan de imitar nuestra arte?
Si lo pensamos bien, mientras más años pasan nuestra voluntad se hace más fuerte y nuestro espíritu contagia otros espíritus para mantenernos unidos cada día más. Ya nosotros no somos los únicos colonizados, también hay otros que sin darse cuenta se colonizan así mismos.
At 3:47 AM , The Crew said...
Taina, tu escribiste lo siguiente: "Me gusta mucho lo que se ha escrito sobre este tema, pero hay que tener en cuenta que somos fuertes y que seguimos pa' lante aunque se nos quiera frenar."
Date cuenta que el ensayo fue escrito por un joven que vive en la comunidad. Tambien creo importante el hecho de que en cada linea que nos escibio, hay la resonancia de mucho orgullo y mucho poder. El estaria de acuerdo contigo al decir, "somos fuertes y seguimos pa'lante..."
At 12:25 AM , Anonymous said...
Wow! I loved the thoughts and ideas behind them. As a Puerto Rican student at UMASS nearly 30 years ago, Latino voices were few to be heard. It's good to know somethings have changed for the better. Thanks.
At 9:05 PM , Anonymous said...
Things have changed but we need to hear MAS VOCES and have a community center.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home